Es complicado escribir esto, de hecho sabía que en algún momento tendría que hacerlo, de manera que lograr hilvanar palabras que representen todos los sentimientos y sensaciones de lo que significa, es realmente complejo, de manera que haré un esfuerzo en orden hacer a lo más leal a lo que implica tomar esta decisión.

Hoy quiero comunicarle a todos mis compañeros de la escuela de derecho que dejare el proyecto llamado tutorías derecho unab. Proyecto que al cual tengo mucho aprecio y el cual me ayudo aprender y ha desarrollar muchas habilidades de índole social, y desarrollar de cierto modo la organización de actividades. Es cierto que no todo salió exactamente como lo ideamos, ya que la práctica siempre hay un sin número de imprevistos que le entregan a las actividades un cierto condimento especial, pues bien, es parte del desarrollo de todo tipo de actividades que involucra a la participación de las personas.

Si miro para atrás hay una creciente evolución en cuanto a lo de la forma de actividades y me refiero en particular al de las tutorías, ya que partimos casi tímidamente en salas de estudio, y ahora la escuela nos apoya entregándonos salas para realizar estos grupos de estudios, además de apoyarnos con recursos como impresiones para cuestionarios y o afiches para promocionar las mismas.

Creo que en estos momentos llegamos a una etapa que ya es común que las tutorías se realicen en la escuela, y las mismas autoridades ya se acostumbraron a que estas actividades sean parte de la vida universitaria de la escuela. Es una etapa de que ya se parte con una base y no una mera inspiración de ideas, como quizás muchos pensaron al leer el programa de tutorías derecho unab.

Este año no estuvo exento de ciertas polémicas en cuanto a cómo se iban a realizar y si las personas que las iban a realizar iban hacer lo más capaces. El resultado evidente es que si lo son, la gente que se acercó y apoyo este proyecto, son estudiantes que con humildad y con mucha determinación aceptaron el desafío de apoyar a sus compañeros que rendían un determinado curso, generándose un ambiente de cooperación y solidaridad dentro de la actividad, un ambiente que yo calificaría legítimamente como universitario.

Pues bien el saldo de esta actividad es bastante positivo- a mi modo de entender- sin embargo, existen cuestiones que será necesario perfeccionar, como por ejemplo:

1. Institucionalizar estas actividades de modo que existan ciertos incentivos para quienes realicen estas tutorías como quienes asistan. Llegar a un acuerdo así, sería entregarle un mayor incentivo a estas actividades, que de por sí, con la única motivación de apoyar a los estudiantes de nuestra carrera, ya se están efectuando de una manera efectiva.

2. Organizar la actividad del apadrinamiento de modo que las personas de primer año tengan una persona que los guié desde que entran a la universidad.

3. Organizar más actividades como grupo tutorías que involucren a profesores (Ya se han hecho repasos bastante gratos como el apoyo de los profesores ayudantes y la visita de profesores externos a nuestra Universidad).

Estas últimas tareas e incluso ciertos desafíos que se propongan serán de cargo del nuevo grupo tutorías, el cual establecerá la continuidad necesaria a este proyecto, y será el nuevo aporte de aquí adelante, ya que los proyectos se miden en torno no sólo a sus consecuencias o impacto sino más bien con la continuidad y permanencia en el tiempo.

Es por todo lo anterior, que como uno de los gestores de este proyecto junto con el apoyo de ciertos compañeros que me ayudaron en la labor de coordinación, he decido dejar esta función y entregársela al estudiante de segundo año don Laureano Cuesta. Un ejemplo en cuanto a la entrega que ha dado en el proyecto, y un ejemplo tanto en el aspecto personal como académico. Yo tengo la convicción que el podrá liderar este proyecto a contar del presente, y que junto con las personas que estime conveniente junto con la colaboración de la escuela y el centro de alumnos podrán lograr los objetivos ya trazados como los que se propongan como agrupación universitaria, que con orgullo podemos decir, que es de las pocas y si no la única que se ha mantenido con mayor tiempo dentro de la escasa historia de nuestra escuela de derecho, y sólo quizás superada por la existencia del centro de alumnos.

Yo me retiro de la coordinación, pero estaré siempre apoyando este proyecto, el cual velare desde otro rol, y le doy las gracias, de darme la oportunidad de conocer a muchos de Uds., y compartir ciertas impresiones y ciertas críticas al interior de nuestra escuela, las cuales me han hecho tomar esta determinación importante en pos de seguir avanzando como persona y en seguir apoyando el objetivo de crear una universidad e fomentando en cada uno de nosotros un espíritu de un estudiante solidario y con ánimo de superación.

Me despido de cada uno de los que lea esto, quienes todavía no hayan asistido a estas actividades, les hago la invitación que así lo hagan y se impregnen de esa energía, de esa aspiración de hacer universidad, donde somos los alumnos que de apoco vamos generando un ambiente de compañerismos, solidaridad entre nosotros y lo más importante de apoyo entre todos.

Un saludo cordial.

Matías Irarrázabal.

Estudiante de derecho Unab Viña del Mar.